domingo, 30 de enero de 2011

Rigor periodístico, por favor


Fuenlabrada, 30 de enero de 2011. La realidad que hoy en día se presenta en los medios de comunicación es un análisis de lo que ocurre en la sociedad. Esto es lo que se entiende. Es ahí, donde el rigor periodístico debe posicionarse en beneficio de una multitud que anhela conocer lo que ocurre a su alrededor. El problema viene cuando la ausencia de documentación y la presencia de una más que notable desinformación hace que todo ese rigor se vaya al traste.
Diego Pastrana, el joven tinerfeño acusado de violar y asesinar a la menor de 3 años, ha sido una víctima de todo este trabajo mal hecho. En declaraciones a la Radio Televisión Canaria, aseguraba que se le había tratado peor que a un terrorista y que tomaría medidas contra aquellos que le habían acusado de asuntos tan graves como inciertos.
Desde el momento en el que la niña llegó al Hospital de la Candelaria y los medios fueron testigos de lo ocurrido, el joven, sin ningún tipo de conclusión médica, pasó a ser el único culpable. Esta misma versión se paseó por casi todos los medios de comunicación ensuciando la imagen de una persona que acababa de perder a un ser querido. La falta de ética y moral, acompañadas de los resultados de la autopsia, dejaron en evidencia lo que se había dicho. Todo empezó siendo algo seguro, más tarde algo probable y finalmente, se quedó en humo. No había críticas, tampoco había disculpas. Se había hundido a una persona por no hacer bien el trabajo, por no llevarse los deberes a casa. Se había demostrado que en la actualidad, la información vertida por los medios no siempre cumple los requisitos mínimos y eso es lo que la sociedad ha de exigir.
Borja Ordóñez de la Llave.

domingo, 23 de enero de 2011

Respuestas pasadas por agua


Fuenlabrada a 23 de enero de 2011. Fueron muchas las teorías y preocupaciones que marcaron el accidente aéreo de la pedanía de Palomares en el año 1966. Era tal dicha preocupación que el ministro de información y turismo de la época, Manuel Fraga Iribarne, decidió, en un ataque de populismo, bañarse en aguas almerienses para dar tranquilidad a los habitantes de la zona. Pese a sus “esfuerzos”, las incógnitas de los vecinos no fueron resueltas y 20 años después, siguen sin estarlo.
La búsqueda de respuestas refleja la intranquilidad que se vive en la zona debido a que, como muchos vecinos afirman, no se ha hecho un análisis exhaustivo para asegurar que los restos de plutonio forman parte del pasado. Ni el baño de Fraga en su momento, ni las declaraciones del alcalde actual de Cuevas de Almanzora, Jesús Caicedo, en las que afirma que todo está bien, han mermado las preocupaciones; más aún, cuando al otro lado del charco a todos los americanos que se vieron afectados por el accidente en Almería se les realizó un análisis que verificaba si en su cuerpo había restos de plutonio.
Es por todo esto por lo que el descontento en la zona va in crescendo con el paso de los años. ¿Cómo es posible que de un mismo acontecimiento se dé un tratamiento tan diferente? El paso de fronteras es, además, un cambio de perspectiva que, a fin de cuentas, tiene un mismo perjudicado. Estos años solo han servido para cambiar el discurso. Se ha pasado de un show playero que intentaba atraer todos los focos para demostrar las agallas del régimen dictatorial, a un silencio que los vecinos obtienen como respuesta a sus preocupaciones, respuestas que, de momento, van con retraso.

domingo, 16 de enero de 2011

La "crisis" social acaba con CNN+


La crisis económica que vive actualmente España, no solo afecta en sectores como la construcción o los servicios, sino que también pasa factura al sector de la comunicación. Muestra de ello, o eso hay pensar, es el cierre que ha sufrido el canal de noticias. Pero, ¿es la crisis económica, o por el contrario es la sociedad actual la que no demanda información? Es cierto, que las razones que se han dado son los pocos ingresos que Sogecable  y CNN Internacional obtienen de dicho canal. A pesar de ello, el hecho de que sea el programa Gran Hermano 24 horas el sustituto, habla, mucho y no muy bien, de los gustos de la sociedad que, hoy por hoy, rige la parrilla televisiva.

Fue el propio canal el encargado de dar la última “mala noticia”, como así lo definió Benjamín López, y de esta manera, poner fin a doce años de información continua, la cual la sociedad está dejando de demandar. Es triste, pero viendo cuáles son los programas televisivos con mayor índice de audiencia, parece tener más importancia ver cómo una persona se pela una pera o anda en ropa interior por una casa, que conocer lo que pasa en Túnez, Israel o el Congreso de los Diputados.

El hecho de que el control de lo que se ve en televisión lo tenga la audiencia, puede ser un arma de doble filo. Por un lado, cuenta con un privilegio de ver lo que realmente quiere, pero por otro lado, olvida lo menos entretenido o lo que menos vende, desde el punto de vista empresarial. Y lo que menos vende hoy en día es aquello que más aporta a una persona, lo que más conocimiento vierte en una sociedad y lo que hace que el nivel cultural de un país sea la imagen de ese país. Por todo esto, cuidado.